Artículo 2 – Alcance y aplicación del RNE
Regulación obligatoria para habilitación urbana y edificaciones a nivel nacional
Artículo 2 de la Norma G.010 establece que el Reglamento Nacional de Edificaciones es de aplicación obligatoria para todo aquel que desarrolle procesos de habilitación urbana y edificaciones en el territorio nacional, ya sean de carácter permanente, público o privado
Este segundo artículo refuerza el principio fundamental de obligatoriedad normativa: no existe espacio legal para la informalidad técnica o administrativa. Todo proyecto que implique habilitaciones urbanas —como trazado de vías, redes de servicios públicos o urbanización de barrios—, así como edificaciones destinadas a vivienda, comercio, industria o uso público, debe cumplir estrictamente con los requisitos del RNE.
Desde una perspectiva profesional, esto implica que cada etapa del proceso —la elaboración de expedientes técnicos, diseño arquitectónico y estructural, solicitud de licencias, construcción y supervisión— se inscribe en un marco regulado que garantiza calidad, seguridad y legitimidad.
Además, la aplicación uniforme en proyectos públicos y privados asegura que todas las edificaciones respondan con los mismos estándares mínimos, evitando disparidades que puedan comprometer la habitabilidad, la sostenibilidad o la seguridad.
Postura de Anta Arquitectos: Valoramos este artículo porque promueve la profesionalización del sector al exigir cumplimiento normativo sin excepciones. En nuestra práctica fomentamos que tanto autoridades municipales como promotores desarrollen proyectos integrales desde su fundación, incorporando el RNE como herramienta de calidad más que como requisito burocrático.
Documento oficial: RNE‑2006 G.010 (Construcción.org)
Article 2 – Scope and application of the NBR
Mandatory regulation for urban development and building works nationwide
Article 2 of the G.010 Standard states that Peru’s National Building Regulations are mandatory for anyone carrying out urban development or building works across the national territory, whether their outcome is permanent, public or private.
This article strengthens a key regulatory principle: there is no legal room for informal or non-compliant construction. Any project involving urban development—such as layout of roads, public utility systems, or neighborhood infrastructure—as well as buildings on residential, commercial, industrial, or public use, must fully comply with the NBR.
For professionals, this means that every stage of a project—technical documentation, architectural and structural design, permits, construction, and oversight—is framed in a regulated system ensuring quality, safety, and regulatory legitimacy.
Uniform application across public and private developments guarantees that all buildings adhere to the same minimum standards, avoiding disparities that might jeopardize habitability, sustainability, or safety.
Anta Arquitectos’ stance: We value this article for reinforcing sectorial professionalism by mandating regulatory compliance unconditionally. In our practice, we encourage municipal authorities and developers to approach projects holistically from the outset, viewing the NBR as a tool for quality and not merely a bureaucratic hurdle.
Official document: RNE‑2006 G.010 (Construcción.org)
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